Este momento marcó mi vida para siempre… y me reveló mi verdadero llamado como papá

¿Sabías que el nacimiento de tu hija no fue casualidad?

✍ Introducción:

Hay momentos que parten tu vida en dos. Para mí, uno de esos fue cuando Dios colocó una hija en mis brazos por primera vez. Ese instante no solo marcó el inicio de su vida… sino también el comienzo de mi llamado como padre.

No fue casualidad. Fue un encargo sagrado.

❤️ El llamado a ser papá

Dios no se equivocó cuando te eligió a vos.
Con tus virtudes y defectos, con tus temores y anhelos… Él te miró y dijo:

“A esta niña le pongo a este hombre como papá.”

Ser papá de una hija no es solo cuidarla. Es moldear su corazón, afirmar su identidad y sembrar lo que un día florecerá en su futuro.

👧 Tu hija es más que una niña…

Ella es una futura mujer.
Una futura madre.
Una futura sierva del Reino.

Y vos estás sembrando hoy lo que ella será mañana.

📖 ¿Qué dice la Palabra?

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.”
Salmo 127:3

🔔 Recordá esto:
Tu hija no es una carga. Es una herencia divina. Y las herencias se valoran, se protegen… y se administran con amor y sabiduría.

✉️ Tip práctico para hoy:

Escribíle una carta, aunque sea bebé.
Contale lo que sentiste cuando la viste por primera vez. Prometele caminar a su lado con humildad. Guardala para el futuro… será un tesoro eterno.

⚠️ Advertencia pastoral:

Muchos padres creen que ser papá de una hija solo significa “cuidarla de los varones”.

❌ Pero va mucho más allá:
🔹 Es enseñarle qué significa ser respetada
🔹 Mostrarle cómo se ve un hombre de fe
🔹 Ayudarla a entender qué esperar del amor verdadero

Tu forma de amarla hoy será el patrón con el que ella medirá al mundo mañana.

✅ Acciones prácticas para esta semana:

📌 Abrazala más de lo que creés necesario.
📌 Orá por ella cada noche, aunque no entienda tus palabras.
📌 Empezá una lista de “cosas que quiero enseñarle”.
📌 Mirá tu paternidad como una oportunidad de transformación propia.

🙏 Oración del papá:

Señor, gracias por confiarme una hija.
Sé que no soy perfecto, pero quiero aprender a amarla como Tú amas.
Ayudame a proteger su corazón, guiar sus pasos y afirmar su identidad.
Que ella crezca sabiendo que es amada por mí…
y profundamente por Vos.
Amén.

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